sábado, 30 de abril de 2011

LA ATMÓSFERA SE ESTÁ VOLVIENDO IRRESPIRABLE


Leo lo que ha escrito Julia Navarro en “Entre nosotras”, Mujer Hoy nº 628 del 23 de abril y suscribo sus palabras: nos quieren imponer la red como una herramienta vital y no como una opción más en nuestra vida. Por supuesto que la situación vivida por la pobre señora y su ayudante residente me indigna como al que más, pero sobre todo por lo que tiene el asunto de trasfondo.
Unos señores, llamados funcionarios, no se me revolucione por el género el ala feminista, deciden no cumplir con su deber, que no es otro que atender al ciudadano en sus gestiones, parapetándose en la maravillosa red. Sólo nos faltaba la red para que el grado de escaqueo y abuso, prevaricación, se instale definitivamente en la administración española en general. Vamos a pasar del “vuelva usted mañana” que ahora estoy tomándome un café y comentando el fin de semana con mi colega, que a su vez está estudiando un examen de papiroflexia en vez de revisar expedientes, al “no venga usted a ninguna hora que para darle puerta ya nos hemos buscado un amigo estupendo al que puede usted protestar todo lo que quiera”.
La administración debe procurar todos los medios necesarios para que el ciudadano pueda realizar sus gestiones sin barreras de ningún tipo, ni físicas, por obstáculos insalvables para gente con movilidad reducida, ni idiomáticas, al contrario que ahora, y por supuesto sin barreras tecnológicas. Como muy bien argumenta la Srta. Navarro, permítame la licencia, no todo el mundo tiene conexión a internet, ni tiene la obligación de ello. En esto consiste la libertad no entendida por la caterva pública.
Es el mismo error de interpretación que sobre la acción de legislar transpira el Anteproyecto de Ley Integral para la Igualdad de Trato y la No Discriminación perpetrado por Dña. Aído y la Srta. Pajín al alimón. Está en el tuétano de esta gente realizar ingeniería social. Como bien destaca Don Álvaro Delgado-Gal en “La Tercera” de ABC de ayer jueves 28 de abril, el anteproyecto refleja “una ignorancia pasmosa sobre cuáles son los fines de la ley en un régimen de Derecho y revela el desconocimiento del límite a que debe sujetarse cualquier Gobierno en una nación civilizada”.
  Sí son la reencarnación de Robespierre, Don Álvaro. De hecho, el aparato represor instaurador de las razias y purgas políticas por antonomasia fue La Comuna. Así, que no se extrañe usted, querido ciudadano k.o., de la falta absoluta de libertades que nos toca vivir. Es la marca característica que impera en el mal llamado progresismo: libertad la que yo te doy, cuando te la doy y como te la doy. Si discrepas, serás anulado, discriminado, señalado. ¿No les suena a Stalin, a Mao? Que se lo pregunten al de las pipas de La Tate Modern si es que lo sueltan.
Pero claro, ¿qué pretendemos con la instrucción que reciben nuestros hijos? Sí, pone instrucción, no educación. La educación te la dan en casa y la absorbes. La instrucción la recibes en el colegio y luego la aplicas, la pones en práctica en tu trabajo, te sirve de base para seguir instruyéndote en la Universidad. Otra cosa es el conocimiento que se adquiere mediante la instrucción y la dicción.
Así, que no me extraña en absoluto lo que relata Don Xavier Pericay en otra “Tercera” de ABC, el día 25 de abril, sobre las causas del abandono escolar en primaria, reflejado en el estudio de la Fundación 1º de Mayo, de CC.OO. Es el mismo problema de siempre: intereses de clase y poder coercitivo desde la cuna.
La aplicación de la propaganda desde la infancia para criar borregos y becerros que alimenten la ganadería de auxiliares administrativos que se necesita para engrasar la barbacoa del Estado, del Gran Estado, de Papá Estado. Eso, mejor que gente con capacidad de pensamiento, con voluntad de esfuerzo, con aguante para el sacrificio y con lo más importante, con poder de decisión sobre los derroteros de su vida. Es decir, libres para tener conexión a Internet o para decidir si viven hasta sin teléfono.

CIUDADANO K.O.

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