lunes, 11 de abril de 2011

SÍ PODEMOS CREAR EMPLEO ANTES DE 2021






No estoy de acuerdo Señor Campa. Sí podemos crear empleo antes de 2021. Si nos dejan hacerlo por supuesto. Desde luego, si siguen ustedes obstinados en aplicar medidas que reducen la capacidad de ahorro familiar en vez de fomentarla, si no taponan los agujeros que han creado ustedes mismos por los que se pierden millones de euros en acciones propagandísticas, congresos sobre la nada, subvenciones al amigo cercano, por no decir a sí mismos, ni cercenan actitudes déspotas para con la ciudadanía a la que consideran una masa inculta que no puede proponer nada inteligente, por supuesto que no serán ustedes capaces de crear empleos.
No somos incultos, de hecho creo que nunca jamás España ha tenido más ciudadanos tan bien preparados. La realidad es que quitando honrosas excepciones el nivel cultural y educacional de nuestros representantes políticos deja mucho que desear. La dura realidad es que los supuestos “súbditos” somos más cultos y estamos más preparados que muchos de ustedes. Dejen de ningunearnos o se arrepentirán cuando no tenga remedio.
El Estado no debe crear empleos como norma general. El individuo debe ser quien los cree. ¿Cómo? Siendo libre dentro de la sociedad. ¿En qué consiste esto último? En poder materializar ideas en proyectos de manera rápida y eficiente, entiéndase económica, que si tienen aceptación por parte del resto de individuos se convertirán con el tiempo en negocios, empresas, clubs, sociedades de amigos, los cuales generarán oportunidades y empleos. El Estado no está para crear puestos de trabajo, está para establecer un marco general en el que los individuos puedan convertirse en ciudadanos; está para administrar lo que la sociedad genera y para cubrir lo que no ha podido generar el individuo en áreas donde no hay suficientes personas como para que se desarrolle la sociedad civil.
Lo anterior en términos menos filosóficos se denomina “libertad de emprender”, concepto que no puede separarse de este otro: “generación de riqueza”. Aquí podríamos dialogar sobre lo que “riqueza” es para cada uno de nosotros. Es evidente que no me estoy refiriendo exclusivamente a una acepción monetarista o dineraria. El término tiene un significado tan abierto y diferente como número de personas existen. Para unos será una cuenta bancaria llena de dígitos con muchos ceros, para otros no verse atado a una responsabilidad concreta, posiblemente para algunos una combinación de varias cosas a la vez. Lo que desde luego unifica y vuelve común el término, es que todas estas acepciones sólo pueden existir si previamente la sociedad ha establecido unas normas de actuación que permitan el libre albedrío; es decir: “libertad para hacer con nuestra vida y bienes lo que nos de la gana”.
¿Quién coño se creen ustedes que son para imponer a nadie cuántas horas trabaja, a qué horas debe comer y cómo debe educar a sus hijos? No se equivoquen, no tiene sentido hablar de generación y creación de puestos de trabajo si no se libera a la sociedad de unas normas que coartan la iniciativa individual y constriñen la creación, así como el cierre, de proyectos vitales (sí vitales); toda empresa es un proyecto económico y como tal encierra una vida familiar, una vida económica, una gestión de la casa.
 Nuestra sociedad no tiene un campo de juego que permita gestionar nuestra casa común, España, U.E., de manera eficiente. No permite crear empresas ni cerrarlas de manera económica. Sin ese marco es imposible la creación de puestos de trabajo señor Campa. Parece mentira que se le clasifique a usted como liberal. No es posible que alguien monte un proyecto hoy en día sin que se eche hacia atrás en su intención cuando analiza lo que implica. Aquí no se valora la iniciativa, se penaliza y se persigue.
Estamos como para que sigan perdiendo días para tomar medidas. No creo que usted se crea lo que dice a los medios. Si se lo cree, habrá pasado de tener Síndrome de Estocolmo a ser un fanático más de la caterva ministerial. La medida es simple. Fuera restricciones, fuera convenios colectivos bloqueadores. Bienvenidos convenios colectivos liberadores. Convenios colectivos tantos como empresas y autónomos hay. Esto no es eliminar derechos sociales, es devolverlos a quienes habían dejado de tenerlos: los trabajadores, tanto los que generan el trabajo de inicio, como quienes lo continúan.
Pero de nada sirve la anterior si no se puede crear una empresa o cerrarla si no es rentable, sin que ello implique la ruina del emprendedor. Si seguimos castigando el fracaso en vez de aprender de él y permitir que alguien que no ha tenido suerte, ha calculado mal o no ha tenido aceptación con su proyecto, pueda crear de nuevo, generar nuevas aventuras vitales sin que lo poco que haya ganado tenga que usarlo para cerrar el proyecto anterior, entonces sólo contribuiremos a generar comisionistas, especuladores y altos directivos sin concepción empresarial alguna. Se mirarán el bolsillo y calcularán cuánto ganarán ellos, pero no crearán puestos de trabajo.
Sigan por donde van; que los 10 millones que quedan a día de hoy consumiendo al ralentí y sosteniendo a la nación se pueden convertir en 7 con dos medidas más de las que suelen aplicar ustedes. ¿Qué no les cuadran los números? Hagan cuentas que como saben más que nosotros seguro que aciertan.

CIUDADANO K.O.

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